Si en su debut valenciano hubo de rendirse ante la belleza sobria y luminosa de unos apuntes nerviosos del Saler, ante la soberana sensualidad dionisiaca de unos desnudos masculinos o ante unos rasgos anecdóticos si, pero resueltos con envidiable soltura y gracia de unos gallos desvergonzados y opulentos, ahora, sin embalajes, hay que señalar que aquello no era un acierto parcial y que Obdulio es, por una extraña combinación de ternura y violencia, por un difícil contrapunto de intuición y observación, un pura sangre del dibujo.

Eduardo López Chavarri-Andújar
Las Provincias, 28 marzo 1982

La intensidad expresiva de sus rostros, hábilmente resuelta y apuntalada, capta por igual, en el "trasfondo" de la imagen, la inocencia de la vida que aún espera o la mirada profunda, transformada ya en recuerdo. En esa dualidad de la experiencia y la esperanza prendida en la espontaneidad de sus dibujos, se desarrollan a nuestro parecer, sus mejores y más destacados logros. Con un estricto y reducido cromatismo, parco hasta la saciedad, entre el blanco directo y la suelta y vivaz persistencia, casi exclusiva, del gestualismo breve, saturado de modulados negros, dirige perentoriamente nuestra mirada lectora hacia los ojos de sus elocuentes personajes, como lugar de encuentro y convergencia no sólo de la composición misma sino, en igual medida, del sentido vital que desde allí nos habla.

Ramón de la Calle
Las Provincias, 1 abril 1982

Obdulio: ¡Qué variedad con sólo tres temas!. Inimaginable

Juan Gil-Albert
Premio de Letras Valencianas, 1982

Obdulio es un pintor de Extremadura. Uno de los pintores jóvenes con más clara y acusada personalidad. Un hombre a tener en cuenta, porque en su flamante y ya tan fecunda carrera artística ha ido creando una serie de realidades plásticas, que resumiríamos en estas dos palabras: fuerza y equilibrio. Fuerza en el trazo, en los gestos, en la coloración; fuerza en las gentes retratadas, tan de su tierra; en el alma fuerza y equilibrio en los semblantes, en los lápices, en el pincel; equilibrio en la paleta y en la manera de ver y entender la pintura.
Es una mezcla extraña, lo sé. Pero es que todo en Obdulio es a la vez extraño y mágico.

Santiago Castelo, poeta de Extremadura
Presentación para la exposición en Mérida, 1982

A mi amigo el pintor Obdulio en su exposición emeritense en la que no se qué admirar más: si el trazo, la intención el color, el dibujo o la poesía que todo lo envuelve.
Con mi admiración y un cordial abrazo.

Camilo José Cela
21, XII, 1982, Mérida